El Machine Learning ya no es un experimento. Se está integrando de manera progresiva en herramientas avanzadas de mantenimiento, especialmente para anticipar averías. Antes de entrar en los aspectos técnicos, conviene entender qué aporta esta tecnología en un entorno industrial y cómo se enmarca dentro de un enfoque más amplio de mantenimiento predictivo.
¿Cuál es el potencial del Machine Learning en el mantenimiento?
Un enfoque predictivo basado en datos
A diferencia de los enfoques tradicionales —mantenimiento correctivo, preventivo o incluso condicional—, el Machine Learning permite actuar antes de que aparezcan signos visibles de desgaste o degradación. Mientras que el mantenimiento condicional se apoya en umbrales físicos simples (temperatura, vibración, presión…), el ML explota correlaciones complejas aprendidas a partir de millones de líneas de datos recopilados.
Este poder de análisis se alimenta de historiales de funcionamiento, ciclos de uso de la máquina, alertas previas y condiciones ambientales. El modelo estadístico entrenado no espera a que un valor supere un límite: anticipa trayectorias anómalas.
Detección de anomalías vs. predicción de fallos: dos enfoques que a menudo se confunden.
- Detección de anomalías: identificar un comportamiento inusual respecto al funcionamiento normal (valor atípico, secuencia incoherente). Señala una desviación, pero no informa sobre su impacto ni sobre cómo evolucionará.
- Predicción de fallos: modela la probabilidad de que ocurra un evento crítico (avería, rotura, parada) a partir de tendencias, contextos de uso y ejemplos pasados. Proyecta en el tiempo e introduce la noción de gravedad. Un modelo eficaz para mantenimiento predictivo suele combinar ambos: anomalías para avisar de manera temprana, predicción para priorizar.
Lo que el ML permite (y lo que no)
El ML no se limita a activar una alarma en caso de desviación puntual. Puede identificar derivas lentas y progresivas, imperceptibles al ojo humano o a simples umbrales configurados. Por ejemplo: un ligero aumento cíclico de la temperatura de un motor, que nunca llega a sobrepasar el límite de alerta, puede interpretarse como el inicio de un desalineamiento. Este tipo de señales débiles es justamente lo que el ML aprende a detectar.
Sin embargo, no es una panacea. El ML solo es útil si la calidad y cantidad de datos son suficientes. No puede “inventar” patrones de fallo si la máquina es nueva, si los sensores están ausentes o mal calibrados, o si el entorno de uso es demasiado variable y mal descrito.
Un cambio de mentalidad para los equipos de mantenimiento
El Machine Learning no solo revoluciona el tratamiento de datos, sino el propio enfoque del mantenimiento. Ya no se trata de intervenir al aparecer un síntoma, sino de detectar comportamientos anómalos antes de que el síntoma se haga visible.
Esto exige que los equipos abandonen la lógica de umbrales fijos y adopten una lectura dinámica de los activos, a menudo acompañada de interfaces visuales o herramientas de apoyo a la decisión. También implica una colaboración más estrecha entre perfiles operativos y analistas de datos: el modelo solo aporta valor si se entiende y valida sobre el terreno.
Una tecnología al servicio de la estrategia industrial
En muchos sectores (petroquímico, ferroviario, alimentario…), el reto ya no es solo optimizar la disponibilidad de los activos, sino garantizar su integridad a largo plazo. El Machine Learning cobra todo su sentido cuando permite ampliar intervalos de mantenimiento, priorizar intervenciones o planificar paradas técnicas en el momento más oportuno.
Cómo aprende la IA a reconocer las señales débiles de fallo
La IA, y más concretamente el Machine Learning, transforma la forma en que los responsables de mantenimiento detectan averías. Ya no se limita a alertas basadas en umbrales fijos: procesa conjuntos de datos complejos para descubrir anomalías sutiles, invisibles al ojo humano.
Aprendizaje supervisado: entrenar la IA con datos históricos de fallos para que asocie patrones concretos con eventos de avería.
Aprendizaje no supervisado: útil cuando apenas hay datos de fallos; el algoritmo identifica comportamientos anómalos sin etiquetas, permitiendo una detección temprana.
Aprendizaje por refuerzo: aunque menos usado, tiene gran potencial. Simula escenarios de mantenimiento para ayudar a la IA a decidir cómo reducir costes y mejorar la eficacia de las intervenciones.
Los retos del aprendizaje automático en mantenimiento
Pese a sus ventajas, integrar IA en mantenimiento no está exento de dificultades: Calidad de los datos: sensores mal calibrados o información incompleta reducen el rendimiento de los modelos. Interpretabilidad: los modelos deben ser comprensibles para que los equipos confíen en ellos. Colaboración: es esencial el trabajo conjunto entre técnicos de campo y científicos de datos para adaptar las soluciones a cada entorno industrial.
Así, la IA no solo señala anomalías, sino que aprende a comprender las sutilezas del comportamiento de los activos, lo que permite anticipar fallos con mayor precisión.
¿En qué sectores y para qué actores resulta relevante el Machine Learning en mantenimiento?
El ML es especialmente útil en entornos donde la fiabilidad es crítica y la indisponibilidad genera costes elevados. Algunos ejemplos:
- Ferroviario: empresas como KONUX desarrollan sistemas de mantenimiento predictivo para vigilar desvíos y vías.
- Energía: Shell y SSE monitorizan infraestructuras críticas con IA para planificar mantenimientos proactivos.
- Aeronáutica: Qantas ajusta rutas de vuelo en función de meteorología y capacidades de aeronaves, optimizando consumo y planificación de revisiones.
- Industria manufacturera: Coca-Cola y Siemens Energy integran plataformas con IA para optimizar operaciones de mantenimiento.
- Transportes urbanos: en Barcelona, el sistema Bicing aplica modelos predictivos para anticipar el mantenimiento de bicicletas, mejorando disponibilidad y seguridad.
Cómo asegurar el éxito en un proyecto de Machine Learning aplicado al mantenimiento: la hoja de ruta
La implantación de un proyecto de mantenimiento predictivo basado en Machine Learning requiere un enfoque metódico y progresivo. A continuación, se presentan los pasos clave para garantizar el éxito de esta transición hacia un mantenimiento proactivo, integrando al mismo tiempo herramientas adecuadas, como un software de mantenimiento (GMAO).
Evaluación inicial y definición de objetivos
El primer paso consiste en identificar los activos críticos y los retos específicos de tu entorno. Esta fase permite establecer prioridades: reducir costes, aumentar la disponibilidad de los activos o mejorar la seguridad. Un análisis exhaustivo de las necesidades guiará la elección de tecnologías y métodos a aplicar, incluida la implementación o integración de una GMAO que facilite el seguimiento de intervenciones y datos de mantenimiento.
Recolección y preparación de datos
La calidad de los datos es fundamental para el éxito de un proyecto de ML. Para ello, conviene instalar sensores IoT que recopilen información sobre parámetros como temperatura, vibración o presión. Estos datos deben limpiarse, normalizarse y centralizarse en una plataforma, generalmente en la nube. Integrar una GMAO en esta etapa permite centralizar no solo los datos de las máquinas, sino también los historiales de intervenciones, los informes de mantenimiento y los calendarios, lo que facilita el análisis y la toma de decisiones.
Selección de modelos y desarrollo
Según la complejidad de los activos y de los fallos que se deseen anticipar, pueden aplicarse distintos modelos de Machine Learning:
- Aprendizaje supervisado: útil cuando existen datos etiquetados, ya que permite predecir fallos a partir de comportamientos anteriores.
- Aprendizaje no supervisado: orientado a detectar anomalías sin necesidad de datos etiquetados, identificando comportamientos inusuales.
- Aprendizaje por refuerzo: optimiza las estrategias de mantenimiento mediante la simulación de intervenciones y la medición de su impacto.
La GMAO desempeña aquí un papel esencial: documenta las decisiones de mantenimiento adoptadas, registra los resultados de las intervenciones y sincroniza estas acciones con los modelos de IA en tiempo real.
Validación y despliegue
Antes de pasar a una producción a gran escala, resulta recomendable llevar a cabo un proyecto piloto en un activo o en un pequeño grupo de activos. Esta fase permite comprobar la precisión de las predicciones y validar los modelos. Integrar una GMAO en este momento garantiza una gestión fluida de las tareas de mantenimiento y asegura la trazabilidad de las intervenciones realizadas en el marco del piloto.
Seguimiento, mantenimiento y mejora continua
Una vez desplegados los modelos, es fundamental monitorizar de forma continua su rendimiento. En este punto, la GMAO se convierte en una herramienta indispensable, ya que facilita la recopilación en tiempo real de retroalimentación y la adaptación de los modelos en función de los nuevos datos registrados. Las actualizaciones periódicas de los modelos y el ajuste de parámetros basados en datos reales garantizan la sostenibilidad y eficacia del sistema de mantenimiento predictivo.
Cultura organizacional y formación
El éxito del proyecto no depende únicamente de la tecnología, sino también de las personas. Por ello, resulta crucial formar a los equipos de mantenimiento en el uso de las nuevas herramientas —en especial de la GMAO— para que puedan sacar el máximo partido de sus funcionalidades. Fomentar una cultura de colaboración entre expertos de campo y científicos de datos facilitará la adopción de los nuevos métodos y maximizará su impacto en el rendimiento global.
El Machine Learning permite detectar y anticipar fallos antes de que se produzcan. Al integrarse con herramientas como la GMAO, las empresas no solo pueden mejorar la disponibilidad de sus activos, sino también optimizar sus estrategias de mantenimiento. La clave del éxito radica en la calidad de los datos, la colaboración entre equipos técnicos y científicos de datos, así como en la adopción de un enfoque estructurado y proactivo.